Gandiablasco es una marca de mobiliario de exterior fuertemente vinculada a la arquitectura vernácula balear. El color blanco pitiuso propio de las fachadas tratadas con cal, su capacidad de reflejar la intensa luz del Mediterráneo, el azul de los cielos… son elementos visuales esenciales de su personalidad. Ahora se dispone a lanzar una gama ampliada de materiales y paleta de color. Desde Odosdesign trabajamos en la comunicación de la nueva gama.
Una cuestión esencial de proyecto es hablar de color, pero sin perder de vista cuáles son sus rasgos de personalidad, donde el blanco siempre ha sido el claro protagonista. Para ello trabajamos en dos líneas paralelas, pero con un lenguaje común. Por un lado la creación de bodegones para mostrar las posibilidades de combinabilidad de colores y materiales. Por otro, fotografías para los productos, enmarcadas dentro del universo narrativo de Gandiablasco. La unión entre ambos es un estilo claramente de marca, donde el color se introduce descontextualizado y rodeado de blanco. El aluminio, material fetiche de Gandiablasco y presente en todos los productos, es el hilo conductor que nos permite generar una coherencia entre los diferentes elementos.
Para la dirección de arte se decide realizar una propuesta diferente para mostrar productos -a través de fotografía de lifestyle– y materiales – que se muestran en bodegones-.
La fotografía de producto explora los elementos tradicionales de la marca: mar, espíritu mediterráneo, azules intensos del cielo y las piscinas, blancos… son los elementos que respira Gandiablasco y componen los insights de la propuesta visual. Con esta estrategia y la marca en mente, buscamos localizaciones en Portugal y la costa mediterránea que encajen en cuanto a paisaje y arquitectura.
El atrezzo, se ha reducido a la mínima expresión y se han creado objetos de decoración a medida en consonancia con las gamas cromáticas de los diseños, introduciendo pequeños y muy sutiles guiños a la nueva paleta de color de la marca.
La segunda parte se centra en fotografías de estudio para mostrar la nueva gama de colores. Se realizan bodegones combinando materiales y acabados. Para huir de las tradicionales maneras de mostrar acabados creamos una metrópoli Gandiablasco. Una suerte de skyline que funciona como una arquitectura, disciplina muy vinculada a la marca. Esto también nos permite mostrar el material con mayor dimensionalidad y jugar con las luces y sombras.
Una parte de este proceso consiste en desarrollar las propuestas de combinación de color, desde las composiciones monocolor, hasta las propuestas más sofisticadas dentro de la gama con tonalidades doradas o tonos burdeos que exploran nuevos códigos cromáticos para el mueble de exterior.
Gandiablasco introduce nuevos colores y acabados, pero el aluminio sigue siendo la esencia de su producto. De esta manera la publicación se convierte en un gran bloque de aluminio que acoge todas sus colecciones. Lo usamos como una metáfora, con los cantos plateados y añadiendo una sobrecubierta como si de un lacado se tratase. La tinta plata ha sido también la tinta principal en el interior del catálogo.
Gandiablasco cuenta con productos flexibles, por lo que cada colección tiene diferentes variantes. Para simplificar esta complejidad sin perder información, ideamos una serie de representaciones gráficas de las posibles configuraciones de cada colección.
