Desde un punto de vista de identidad nuestro objetivo es traducir una serie de cuestiones intangibles, como la sensación de calma y la conmoción frente a una naturaleza sobrecogedora, en una marca. En la coctelera debíamos poner más elementos. Danao se caracteriza por un diseño contemporáneo, de un lujo elegante, que respira paz y sosiego.

En el desarrollo de la marca decidimos plasmar esos valores a través de un logotipo atemporal pero de gran presencia. Escogimos una tipografía contundente, pero a la vez neutra y resistente al paso del tiempo. Una marca que se aleja de las narrativas típicas del sector del hábitat, para aproximarse a un lenguaje y códigos más cercanos al mundo de la moda, otro de los territorios de inspiración de la empresa.

Combinamos dos tipos para enriquecer la identidad. Trabajamos con una familia geométrica como es la Suisse International, una fuente que pertenece a una extensa familia creada por Swiss Typefaces. La fuente tiene una atemporalidad, coherencia y legibilidad requerida para una marca contemporánea. La combinamos con la tipografía con serifa Canela, muy estilizada y elegante para generar elementos destacados en la línea editorial.

El paisaje es parte esencial para entender Danao y debe ser un claro protagonista a través de la dirección artística y la fotografía. Por ello para los colores de la marca apostamos por el blanco y negro con el logotipo funcionando sobre neutro. El color destacado es un cobre, un tono extraído de las tonalidades terrosas de paisajes como el Gran Cañón y del clima subdesértico de estados como Arizona o Utah, y también de los colores que el sol proyecta en el paisaje durante el atardecer.